Si la Tora es un libro sagrado por haber sido escrito por D´s o revelado por Él a Moshe carece de importancia. La Santidad de la Tora se basa en la mikra y me refiero al término de mikra comprendiéndolo como la lectura del texto. Nosotros santificamos al Texto Bíblico con una lectura. Pero toda lectura conlleva consigo una interpretación. No hay lectura sin interpretación. La trascendencia del la Tora está dada por la interpretación constante durante más de 2500 años. Como decía Emmanuel Levinas hay algo más allá del versículo. Tan solo hay que saber buscar. Es por esto que propongo en este trabajo hacer una lectura tanto tradicional como critica del relato de la Akeidat Itzjak. Tratando de comprender por un lado como este relato sirvió como paradigma para generaciones de sabios y como el texto le confirió una fe indiscutible a nuestro patriarca. Pero por otro lado luego de haber analizado clásicamente el texto hare una lectura del mismo de una manera más crítica y moderna, en busca de nuevos significados.
Ajar Hadebarim Haele, comienza el relato de Akeidat Itzjak. “Después de esos sucesos” ¿a qué sucesos se refiere? Cronológicamente sería después del pacto entra Abraham y Abimelej pero Rashi trae otra explicación con la cual intenta comenzar a entrañar algo que el texto en si no nos dice. Rashi nos explica que esos sucesos fueron los momentos en que Ishamel se jactaba de haber sido circuncidado a los 13 años sin siquiera quejarse, más Itzjak le respondió “¿Por solo un miembro que has dedicado a Dios quieres intimidarme? Si el santo – Bendito es- me dijera: “sacrifícate Todo ti a Mí”, yo no me abstendría de hacerlo”[1]. El gran comentarista francés busca con esta asmajta talmúdica justificar lo que tratará de hacer en todo el relato: demostrar que Itzjak ya sabía de su destino y que él nos sufría por el mismo.
El relato continua y D´s le ordena superar a Abraham una nueva prueba, la decima[2], y continuando con la lectura de Rashi este nos quiere indicar que Abraham mismo le pidió a D´s que le de esta prueba para demostrar que no solo superó a las demás solo por ser fáciles, sino, por su Emuna. D´s le ordena Kaj-Na, toma por favor, le pide que tome a su hijo y en un formidable midrash Rashi indica como Abraham se va acercando paulatinamente que el hijo que debe tomar es Itzjak. En primer término dice toma a tu hijo, luego a tu único hijo más luego al que amas. El lugar indicado para el sacrificio debía ser el monte Moria, curiosa elección, ya que allí según las escrituras (Dibrei Haiamim II 3:1) habría de ser el lugar designado para la construcción del Beit Hamikdash[3]. D´s le pide a Abraham veaaleu sham más no shejateu sham, o sea, le pide que lo eleve más no que lo degüelle[4]; así prosigue el midrash amoraitico tratando de eliminar cualquier huella de intento de sacrificio del relato bíblico. Vaishkam Abraham Baboker, y madrugó Abraham, en Pesajim 4a nos indican nuestros sabios que esto fue así para apresurarse a cumplir un mandamiento, nuevamente las interpretaciones de nuestros sabios buscan que nos alejemos de cualquier posibilidad de pensar que esto sería un acto maligno, es solo un mandamiento. El texto continua indicándonos que Abraham ensillo por el mismo su asno y partió hacia las tierras que D´s le había indicado más solo al tercer día del viaje D´s le indica cual sería el destino exacto, de acuerdo al midrash. Abraham continuo solo con su hijo Itzjak y les dijo a sus sirvientes que irían allí se prosternarían y volverían los dos, he aquí un indicio del texto mismo sobre la posibilidad de que verdaderamente Itzjak no debía ser sacrificado. Y Rashi termina de rematar su teoría sobre que ni Abraham ni Itzjak sufrían por el mandamiento compelido ante ellos comentando el versículo 22:6 Vaielju Shneiem Iajdav, y ellos fueron juntos, alegres por el camino. El relato está por finalizar. Itzjak le pregunta a su padre porque no tiene un carnero para el sacrificio de ola y el padre le responde que D´s habrá de ocuparse. Abraham al parecer está dispuesto a sacrificar a su hijo pero un Ángel[5] le dice a Abraham que se abstenga de hacerlo ya que Ki Ata Iadati, “ya que ahora se” que tienes fe en el eterno. En lugar de su hijo aparece un carnero enredado con su cuerno y con él hace un sacrificio. Luego ambos vuelven juntos a su hogar.
De esta manera concluyó la primer parte del trabajo con el objetivo de haber planteado una de las miradas más tradicionales sobre la Akeidat Itzjak y haber podido poner en contexto la historia que a continuación tratare de a través de fuentes alternativas, tradicionales y criticas, entender más profundamente.
Autores modernos como Ephraim Speiser o Gerhard Von Rad sugieren que la inclusión del término “probó” en el relato es para descargarle la carga al lector al leer la obra, ya que de entrada comprenderíamos que D´s no buscaba sacrificar a Itzjak (pero esto solo lo sabe el lector más no Abraham) sino probar la fidelidad del primer patriarca del pueblo hebreo. El gran Saadia Gaon expresa que esta prueba fue para la humanidad toda, para demostrarle a la misma el valor que tenía Abraham por sobre todos los hombres de aquella generación.
Una de las palabras centrales de este capítulo que se repite en tres oportunidades[6] es “hineni” que tal como expresan nuestros sabios y el contemporáneo Emmanuel Levinas se forma de dos palabras hine- Aquí y Aní-yo. Es un símbolo de presencia, de predisposición frente al pedido del D´s de Israel, es la palabra que antecede a la acción, es quizás la puesta en práctica de la famosa frase “naase venishma” que fue enunciada en Exodo 24:7. Nuestros patriarcas y otros personajes bíblicos, por ejemplo Noaj, afirman su fe y condición de servidores de D´s y de Su palabra a través de un “hineni” un “heme aquí presente para actuar”.
Es interesante comprender en el relato el episodio cuando D´s le pide a Abraham que tome a su único hijo. La tradición masorética nos brindó un texto que afirma “… a tu hijo, al único”. Curioso uso del término que despierta interrogantes y tratare de zanjarlo por tres posibilidades. El primero de ellos es que si bien no era el único, ya que su hermano Ishmael estaba vivo, era como si lo fuese; respuesta midrashica que no me satisface. La segunda manera de comprender este enigmático versículo es a través de un error en la tradición oral de cómo debía ser pronunciado esta última palabra. Iedideja “tu único” habrá sabido ser en otros tiempos Iedidja “tu preferido”, tal como refleja la traducción griega de la septuaginta que indica “al que amas”. Otra tercera opción que a mi criterio es la más favorable es la lectura del texto como Iedideja y Iedidja juntos. En una lectura conciente de nuestros maestros para asegurar el lugar central de Itzjak en nuestro relato y continuar por el la tradición del pueblo de Israel se busca constantemente en los relatos bíblicos magnificar a nuestros “legítimos” patriarcas y desprestigiar a los que quedaron fuera del Clan Hebreo. Ejemplos de esto lo encontramos entre Esav y Iaakov, que el Midrash busca calumniar constantemente al primero mientras que una lectura lineal del texto bíblico nos indicaría lo contrario. Por otra parte también el Midrash Tanjuma se encargó de recomponer lapsus vacios del texto bíblico como fue la vida de Abraham y en alguno de esos relatos dignifica a nuestro patriarca y deslegitima a su hermano menor, etc.
“Lej leja” figura indiscutible del capítulo 12 del libro de Bereshit que da inicio a la travesía del culto monoteísta la volvemos encontrar aquí en nuestro capitulo. ¿Cuáles son las diferencias y similitudes con el “vete” anterior? En ambos se debe dirigir a un lugar (More y Moria, similes también), en ambos relatos se habla de un altar, etc. Pero yo quisiera detenerme en la lectura de Martin Buber que hace sobre este pasaje. Formidable y apasionante interpretación que, creo yo, encuentra el significado preciso a la expresión. En la primera ocasión D´s le pide a Abraham que corte las raíces con su pasado, su casa paterna y su hogar, en esta ocasión a nuestro patriarca le es pedido que termine con su descendencia. Ni pasado ni futuro. Quizás el paradigma de la Soledad del hombre de fe planteada por el gran maestro del siglo pasado Solovietchik. Abraham se quedaría truncado en la vida, sin lugar donde volver y sin un destino claro dónde ir.
Louis Berman entiende que puede haber seis líneas interpretativas para comprender este relato[7]. Brevemente resumiré las seis y me detendré en las que para mi tienen mas asidero histórico y posibilidad de reflexión y análisis. En primer término explica que este acto habría de ser por una expiación por algún acto cometido (quizás la expulsión de Ishmael). En segundo lugar el Martirologio de Itzjak por su actitud pasiva, según el midrash, ante la situación. La sustitución es otra posibilidad, ya que, que se haya sacrificado un cordero en vez de un ser humano da cuenta del cambio de paradigma entre el sacrificio de animales y el sacrificio de seres humanos. En cuarto lugar tal vez una lectura más clásica es la idea de Prueba de obediencia de D´s para con Abraham. Una lectura bastante descabellada, según entiendo, es la de que el sacrificio de Itzjak iba a poner fin a un desastre de aquellos tiempos. Por último pero no menos importante, es más, quizás la central en todo este relato, que pasa muchas veces desapercibida es la Sacralidad de la vida humana.
A nivel histórico comprendo que la más acertada de estas interpretaciones puede estar dada por la idea de la sustitución, ya que como encontramos en varios relatos bíblicos, hay prácticas paganas que pasan a formar parte del canon del pueblo de Israel pero con algunos rasgos cambiados. En cuanto a la línea interpretativa que más me gusta es la del valor de la vida humana, la sacralidad de la misma. El texto habla por si mismo. Un texto apasionante. Abraham no duda, no tiembla, pone a su hijo sobre un altar y levanta el cuchillo, un musulmán de la fe. En ese momento una voz del Cielo, encarnada por un ángel dice “Al tishlaj Iadeja al Hanaar” no levantes tu mano sobre el muchacho. Abraham había demostrado su fe pero la humanidad habrá de comprender el valor de la vida humana. Pikuaj Nefesh Doja Shabat, Iom kipur, etc. Para el judaísmo el valor supremo no se encuentra en esta tierra, en un mundo terrenal, no porque todo es vano como dice Kohelet sino para no llegar a la idolatría, al culto desenfrenado, ni al totalitarismo. No hay valor supremo que podamos concebir, para el judaísmo ese valor supremo es D´s que ni siquiera podemos describirlo. Pero tal como la tradición y la halaja nos enseñan el valor de la vida humana está en un segundo escalón por debajo, pero muy cercano a este valor absoluto. Solo hay tres cosas por las cuales no debemos preservar la vida. Nuestra ley se corresponde a nuestra manera de comprender la realidad, no hacemos de la vida el valor supremo pero la sacralizamos por sobre cualquier otro valor terrenal.
Así concluyo este trabajo. Cada relato bíblico, cada pasuk, cada palabra como decía Rabi Akiva encierra un mensaje que debemos comprender, analizar y reflexionar. La Akeidat Itzjak nos invita a preguntarnos, a dudar y quizás a sacar alguna que otra afirmación. Pero tal como decía Abraham Ioshua Heschel los exámenes deberían ser dar un texto y de él sacar la mayor cantidad de preguntas. Dar respuestas muchas veces es fácil, pero saber preguntar requiere conocer muchas respuestas que te permitan preguntar. Es por esto que como conclusión no dejo respuestas sino preguntas. ¿Por qué motivo el midrash pone como uno de los naarim a Ishmael? ¿Abraham no se comprometió con semejante tarea sin dudar porque sabía que el D´s de la justicia no podía matar a su hijo que habría de darle descendencia? ¿Qué pasó con Sarah, murió realmente por esta noticia? El rol de las matriarcas es muy activo en los relatos bíblicos. ¿Qué paso con Sarah en esta oportunidad? ¿Por qué Itzjak no se reveló? El Rambam en su guía de los perplejos tratando de analizar el maase merkava da una serie de explicaciones y concluye su relato con una formidable frase “… sin embargo es posible que todo sea diferente y hayan querido decir otra cosa…”. Como pregunta final ¿Qué es la Tora nos quizá decir? Momento. ¿Importa? Eso nunca lo sabremos. Quizás no deberíamos concentrarnos en que fue lo que la Tora nos quiso decir sino en que nosotros comprendemos que la Tora nos dice.
[1] Talmud Babilónico. Masejet 89b.
[2] Midrash Tanjuma 22; fuente alternativa Pirkei Avot 5:3. Abraham tuvo que superar, según el midrash, 10 pruebas. La primera fue esconderse por 13 años de Nimrod y la última será el sacrificio de Itzjak.
[3] Inclusive el Peirush Baal Haturim indica que la guematria de “el eretz moria” es Ierushalaim!
[4] Bereshit Raba 56:8
[5] Según el midrash el Angel era Mijael por la guematria de las Sofei Teibot de parte del versículo.
[6] Versículos 1, 7 y 11
[7] The Akedah: The binding of Isaac, Jason Aronson, 1997.