lunes, 27 de septiembre de 2010

El número 3

א,ב שמעון הצדיק היה משיירי אנשי כנסת הגדולה. הוא היה אומר, על שלושה דברים העולם עומד--על התורה, ועל העבודה, ועל גמילות החסדים.

Shimon el justo solía decir: El mundo se alza sobre tres pilares; por la Tora, por la Avoda y por Gemilut jasadim. La Tora es la Ley y el camino. La Avoda es la Tefila y el trabajo espiritual. Y Gemilut jasadim es la bondad y las buenas acciones.

Al judaísmo le gustan los números. A los cabalistas más que a nadie. A todo le ponen un número, luego los suman, los restan y les da la palabra que estaban buscando. Pero sin lugar a dudas el judaísmo en todas sus facetas y expresiones está muy interesada en los números. Desde la Tora hasta nuestros días en cada momento de nuestras vidas judías los números aparecen una y otra vez. Pero hay otra cuestión importante sobre los números. Muchas veces los números más importantes se repiten. Y en esta noche voy a repetir muchas veces algún que otro número y alguna que otra palabra. En primer lugar porque a los judíos desde ya hace mucho tiempo nos gusta repetir las cosas, como forma de aprender y memorizar, pero también como cierta vez nos enseño un profesor cuando escuchamos una charla retenemos un cuarto de la información, por lo cual las coas importantes voy a repetirlas cuatro veces.

Ven, ya empezamos con los números y todavía ni presente el tema. Ya vamos llegando. Volvamos a los números. Por ejemplo el número siete se repite en varias ocasiones. Los siete días de la creación, las siete semanas entre pesaj y shauvot, los siete brazos de la Menorá. El cuatro, que ya lo mencionamos recién, también se repite muchas veces y más en Pesaj. Las cuatro copas, los cuatro hijos, las cuatro preguntas del Ma nishtaná, las cuatro madres de Israel y así podríamos seguir. Otro número que se repite muchas veces es el cuarenta. Cuarenta días duró el diluvio, cuarenta años el pueblo de Israel vago en el desierto, cuarenta días estuvo Moshe en el monte Sinaí. En Rosh Hashana también tenemos un número, y es sobre este número que quiero concentrarme esta noche.

El número que elegí es el numero tres. Si nos ponemos a pensar este número esta en infinitos momentos y circunstancias de la vida judía. En la tradición judía el tres aparece en varias oportunidades. Los tres patriarcas Abraham, Itzjak y Iakov. Las tres matzot del seder de pesaj en representación a las tres “castas” de Israel, Cohen, Levi e Israel. Las tres tefilot diarias Shajarit, Minja y Arbit. Y así podríamos seguir y seguir. Pero luego de revisar las fuentes un poco pude ver que también en Rosh Hashana el número tres es muy significativo.

Vamos con el primero de los trios. Maljuiot, Zijronot y Shofarot. Hoy por la mañana en la tefila de Musaf escuchamos en tres momentos el sonido del Shofar. Cada uno de esos momentos estaba en relación con cada uno de estos tres conceptos centrales de Rosh Hashana. Maljuiot, Zijronot y Shofarot. Maljuiot significa reinos. Zijronot significa recuerdos. Y Shofarot significa shofarot. Cada uno de estos conceptos fueron elegidos por nuestros sabios de bendita memoria como elementos centrales de la liturgia de Rosh Hashana.

El primero de este trio es Maljuiot. En esta sección proclamamos el Reino de D´s. Nos volvemos humildes ante la inmensidad de D´s. Aquí aceptamos la soberanía de D´s en el mundo y sobre nuestras vidas. Entonamos el “alenu Leshabeaj”, aquel himno con el cual cerramos todas nuestras tefilot. Aquel himno que entonaban nuestros antepasados cuando eran llevados a la muerte por el simple hecho de ser judíos. Allí nuestros antepasados proclamaban con todas sus fuerzas la soberanía de D´s. Cuando mañana por la mañana entonemos nuevamente el Aleinu, tomemos conciencia de nuestro lugar en la existencia, de nuestro lugar en el Reino de D´s, un lugar privilegiado como hombres pero un lugar en el cual se nos exige compromiso y dedicación.

El segundo de elemento de este trío es Zijronot. Aquí evocamos a los recuerdos. A nuestros recuerdos y a los recuerdos del Eterno. Aclamamos y pedimos que seamos recordados para bien, que Él recuerde nuestras buenas acciones más que nuestros errores y trasgresiones. Los recuerdos son aquel motor de nuestra existencia, lo que nos conforma quienes somos hoy y quienes podemos ser. Los recuerdos son lo que determinan nuestra realidad y nos construyen. Los recuerdos son aquellas cosas que no podemos olvidar, son aquellas cosas que no debemos olvidar.

El tercero de los elementos es el Shofarot. Aquí recordamos como entre truenos y relámpagos entregaste Tu Tora a nuestros antepasados. Pero por sobre todo aquí afirmamos Tu promesa que le hiciste antaño a Tu pueblo y la humanidad. La promesa de que algún día llegaran los tiempos en que escucharemos el shofar y eso proclamará la llegada de los tiempos mesiánicos. Allí el sonido estridente del shofar nos anunciará que la promesa se ha cumplido. La promesa de no ver más alzarse espada contra espada, nación contra nación, ver al cordero pastando con el lobo se habrá cumplido. La promesa de un tiempo de paz se habrá realizado.

Este es el primero de los tríos que quería presentarles esta noche. Este trío se relaciona con los tres planos del tiempo. Con un pasado, con los recuerdos de Zijronot. Con un presente, proclamando la soberanía de D´s en Maljuiot y con un futuro, una promesa, al son de los Shofarot. De esta manera transcurre nuestra vida como judíos.

Con un pasado que evoca las acciones y las vivencias de nuestros antepasados. Con un pasado que nos carga de vitalidad, de historias, de conocimientos y recuerdos.

Con un presente que nos obliga a vivir nuestro día a día. Con un presente que nos llama a contribuir a nuestros judaísmo, a quedar ligados a esa tradición milenaria.

Con un futuro que es nuestro anhelo, nuestro objetivo. Con un futuro que permite construir nuestro presente aprendiendo del pasado.

Ahora el segundo de nuestros tríos. También elemento central de nuestra tefila en estos días de Rosh Hashana. Teshuva, Tefila y Tzedaka. Estos términos no puedo traducirlos asique vamos a tratar de develarlos. La teshuva, la tefila y la tzedaka según nuestros maestros atenúan la severidad del juicio. Los tres elementos se según nuestra tradición nos permiten “defendernos” en el juicio son la teshuva, la tefila y la tzedaka. Son las tres cosas que nos permiten atenuar el veredicto Divinio. En estos días de Rosh Hashana y de los Iamim Noraim hasta Iom Kipur son días para la teshuva, la tefila y la tzedaka. Tratemos de analizar y de pensar en cada uno de ellos.

La Teshuva es la reflexión, la respuesta, el regreso. La Teshuva es la vuelta a la Tora, a las mitzvot y a D´s. La Teshuva es el arrepentimiento por los errores que cometimos, por las veces que nos desviamos, por los pecados que cometimos y por las transgresiones que hicimos. La Teshuva es la vuelta al camino de la rectitud, al camino del bien, al camino de las mitzvot. Nuestros sabios nos enseñan que el hombre puede arrepentirse hasta el día mismo de su muerte, y un arrepentimiento verdadero permite una profunda expiación. En el pasado mes de Elul y en estos días de iamim Noraim la tradición nos invita a volcarnos a la teshuva, nos alerta que el juicio esta cerca y que debemos bucear en nuestro interior y arrepentirnos Be LevShalem, con todo nuestro corazón de los errores que trasgredimos. Debemos reencontrarnos con los caminos de la Tora, de las mitzvos y de D´s. Debemos reencontrarnos con D´s pero antes que eso, debemos reencontrarnos con nosotros mismos.

El segundo elemento que atenúa el juicio es la Tefila. La plegaria la elevamos en comunidad, pero como dijimos ayer, en estas tefilot nos encontramos solos ante el Eterno y ante nosotros mismos. La tefila con sus plegarías, sus salmos, sus bendiciones y sus poesías nos permite reencontrarnos con D´s pero por sobre todo con nosotros mismos. La tefila nos permite conectarnos con lo más intimo de nuestro ser. La tefila nos pregunta y re-pregunta, nos cuestiona y nos sacude. La tefila nos permite percatarnos de nuestra existencia, de nuestra finitud y de nuestras posibilidades, de nuestros errores y de nuestras virtudes. La tefila nos permite reencontrarnos con D´s pero previo a eso nos permite encontrarnos con nosotros mismos.

El tercero de estos tres elementos es la Tzedaka. De todas las mitzvot que tiene el pueblo de Israel la que nuestros sabios eligieron como elemento para atenuar el juicio es la Tzedaka. Quizás esto nos indique un poco más la importancia de esta mitzva. La Tzedaka no es tan solo caridad, es justicia, es justicia social. Es recomponer el orden de la existencia, es hacer al mundo un poco más justo, un poco más equilibrado. Es encontrarnos con el otro desde nuestra posibilidad. Es dar sin pedir nada a cambio. Es recibir sin saber a quién agradecer. La Tzedaka nos permite reencontrarnos con el otro, y en este encuentro re-encontrarnos a nosotros mismos.

La Teshuva, la tefila y la tzedaka atenúan la severidad del juicio. Pero estos tres elementos nos permiten también reencontrarnos con tres ejes de nuestra existencia. La Teshuva nos permite reencontrarnos con nosotros mismos, la tefila nos permite reencontrarnos con D´s y la Tzedaka nos permite reencontrarnos con los otros. Toda nuestra vida se basa en una red de encuentros y desencuentros con nosotros mismos, con D´s y con todos los que nos rodean. Quizás estos tres elementos son una insinuación a que en este día debemos también intentar reencontrarnos y rearmar nuestra red.

Como vimos el número tres se presenta ante nosotros con más intensidad en estos días que tal vez en cualquier otro momento del año. El tres es una excusa, un mero recurso. Lo más importante es la trascendencia de estos tríos. Estos dos conjuntos de tres nos marcan un camino. Nos marcan el camino de nuestra vida, nos marcan el camino de este nuevo año.

Cada uno de estos tríos nos constituyen en lo que hoy somos. Cada uno de nosotros transita cada uno de los diferentes planos de la existencia en cada momento y en cada lugar. Pero muchas veces no logramos percatarnos de eso, no logramos comprender donde estamos ni que somos.

Primero esta el pasado, el presente y el futuro. Los tres espacios del tiempo, las tres representaciones humanas de la historia humana. Luego tenemos los tres ejes por donde se cruzan infinidad de redes, de cortes y de encuentros, los tres elementos con los cuales nos relacionamos, Con D´s, con el otro y con nosotros.

א,יז [ רבן שמעון בן גמליאל אומר, על שלושה דברים העולם קיים--על הדין, ועל האמת, ועל השלום.

Rabí Shimon ben Gamlier decía: Por tres cosas existe el mundo; Por la justicia, por la verdad y por la paz.

Sea Tu voluntad D´s nuestro y de nuestros antepasados que este nuevo año que comienza podamos reencontrarnos con nuestro presente, siendo iluminados por el pasado y con la vista puesta en el futuro

Sea Tu voluntad D´s nuestro y de nuestros antepasados que este año que se renueva para nosotros sea un año de más encuentros, un año donde podamos encontrarnos a nosotros mismos, a los otros y a D´s.

Iehi Ratzon Milefaneja, Se tu voluntad, Adonai Elohienu veloei Aboteinu veimoteinu, D´s nuestro de nuestros padres y nuestras madres, Shetejadesh aleinu, que renueves para nosotros, Shana Tova, una año bueno im Teshuva, con arrepentidmieno, Im Tefila con oración Ve im Tzedaka y con justicia.

Shana Tova uMetuka!


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