Tefila - תפילה
העושה תפילתו קבע אין תפילתו תחנונים
Introducción מבוא
El judaísmo observante tiene a la plegaria como uno de
sus hitos centrales. Junto a la observancia del Kashrut y los preceptos en
relación al Shabat, la plegaria ocupa un lugar central en la vida de un judío
observante de los preceptos Divinos. Toda traducción es una traición y lo que
en español llamamos "plegaria" o en ingles "praying" puede
tener poco que ver con su término "equivalente" en hebreo. Al acto de
conversar con D-s, pedirle por nuestras necesidades y alabarlo lo denominamos
en hebreo: תפילה. Este término
viene de la raíz hebrea פלל que puede
significar esperar o desear. Esto lo podemos observar en Bereshit 28:11 donde
se dice: "Y dijo
Israel a José: No pensaba ((פללתי yo ver tu
rostro". Otros
sugieren también que esta palabra se relaciona íntimamente con nuestros
pensamientos ya que son los פללים (jueces) los que juzgan con su mente.
El
judaísmo estipula que todo hombre y mujer debe orar tres veces al día. Cuando
es Shabat o Iom Tov son cuatro las plegarias diarias, mientras que por única
vez en el año, en Iom Kipur, cinco son las plegarias que debemos pronunciar.
Hoy en día hay dos términos que confundimos constantemente. Lo anterior se debe
a que la palabra Tefila tiene dos significantes diferentes. El primero de ellos
se refiere a la plegaria como un todo, a todo el momento de rezo, estudio,
canto y meditación. Mientras que Tefila también tiene otro significado y esta
mucho más próximo a su origen mishnaico y talmudico. La Tefila es simplemente
lo que hoy conocemos como la Amida, la plegaria que se recita de pie, o bien la
Shmone esre, las 18 bendiciones, que después como veremos son en realidad 19.
En el presente trabajo nos abocaremos a rastrear los orígenes, la evolución y
la codificación de la Tefila en el sentido más acotado del término, al segundo
de los dos mencionados con anterioridad.
La
primera fuente en relación a la Tefila la encontramos en el capitulo cuarto del
tratado de Berajot. En el Talmud (Berajot 26b) los sabios discuten el origen de
estas plegarias. Rabi Iosi en nombre de Rabi Janina enseñaba que las tres
tefilot diarias se deben a los tres patriarcas mientras que Rabi Ioshua ben
Levi dice que las mismas se deben, y están en relación, a los sacrificios
(Temidin) que se hacían en el Templo de Jerusalém. Según el primer sabio fue
Abraham (Bereshit 19:27) quién estableció la plegaria de la mañana, mientras
que Itzjak (Ibid. 24:63) hizo lo propio con la de la tarde mientras que el
patriarca Iakov (Ibid 28:11) hizo lo mismo con la plegaria nocturna.
Posteriormente los sabios dicen que no hay contradicción entre las posturas de
Rabi Janina y las de Rabi Ioshua ya que es sabido que las plegarias fueron en
primer momento establecidas por los patriarcas y luego los sacrificios fueron
puestos en esos mismos horarios; consecuentemente una vez destruido el Beit
Hamikdash la plegaria, el trabajo del corazón, reemplazó los sacrificios y
estas fueron introducidos en esos mismos horarios.
Dieciocho
Bendiciones שמונה עשרה
Cada
una de las Tefilot, de los días de la semana, contiene dieciocho bendiciones.
El Talmud (Berajot 28b) discute en relación porque motivo son este número y no
otro. Rabi Hilel planteaba que esto tenía relación con las diecicho veces que
aparece el nombre de D-s en el Salmo 29 mientras que Rab Iosef decía que en
realidad esto se debe a la igual cantidad de veces que aparece el nombre de D-s
en los párrafos del Shema Israel. Fue Shimon Hapakuli quien frente a Raban
Gamliel estableció las dieciocho bendiciones que pronunciamos hasta nuestros
días. Hoy en día a estas dieciocho bendiciones le agregamos una más que ya
había sido agregada en los tiempos posteriores a la destrucción del Templo de
Jerusalém por Shmuel Hakatan. Esta bendición es conocida como "Birkat
Haminim", en esta plegaria se pide por la destrucción de estos infieles
que al parecer en aquellos tiempos, al inicio del cristianismo, se hacían pasar
por judíos e iban y oraban en las sinagogas y para descubrir quienes eran estos
minim se estableció esta bendición ya que quien no la leía en el Templo se
ponía en evidencia de que pertenecía a esta secta.
Estructura בינין
La
Amidá de los días de semana cuenta con diecinueve bendiciones y sobre esta
vamos a comentar su estructura. La misma se divide en tres partes: Shebaj –
Bakashot – Hodaá. La primera שבח que significa alabar/enaltecer se divide a su vez en
tres bendiciones inaugurales. En las antedichas reconocemos a D-s por ser el
D-s de nuestros antepasados, de los patriarcas particularmente. A esta se la
conoce como la bendición de los אבות. La segunda bendición cuyo nombre es גבורות habla sobre el
poderío de D-s en la cual hablamos sobre su capacidad de curar a los enfermos,
liberar a los prisioneros e incluso de resucitar a los muertos. Por este último
motivo se incluyo aquí el pedido por las lluvias que debemos hacer a lo largo
del año. Tal como D-s genera nueva vida, resucitando a los muertos, cada vez
que llueve en la tierra se renueva la vida. La última bendición de esta primera
sección introductoria es conocida como קדושת השם, la
santificación del nombre de D-s.
La
segunda sección, la más extensa, es conocida como בקשות porque en ella se depositan los diversos pedidos que le
hacemos al Eterno. En total son trece las bakashot que encontramos en la Tefila
diaria. El primero de ellos es el pedido por el entendimiento (בינה), rogamos
porque D-s nos de la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, entre lo
bueno y lo mejor. En el segundo clamamos por la תשובה por la
capacidad de arrepentimiento y de poder volver a volcarnos a D-s y a su Torá.
Siguiendo a este y en lógica continuación esta el pedido del perdón (סליחה), pedimos que
nos perdone por nuestros errores e inequidades. En la cuarta bendición pedimos
por la redención (גאולה), el ideal máximo del pueblo judío. Luego pedimos por la salud
de nosotros y de nuestros cercanos (רפואה). En la sexta
de las bendiciones pedimos por tener un año prospero donde nuestro trabajo de
resultados, donde nuestras cosechas den frutos, en la tefila de ברכת השנים. En la séptima bendición pedimos por el retorno de los
exiliados al compás del Shofar, le rogamos al eterno que haga sonar el cuerno
del carnero para así reunir finalmente a todo el pueblo de Israel en una misma
tierra. Por otro lado en la octava bendición, la bakasha de דין, pedimos el retorno de la justicia, rogamos que el mundo pueda
ser juzgado con rectitud y benevolencia. Esta novena bendición es,
cronológicamente hablando, la decimonovena, ya que esta, המינים ברכת, fue
incorporada en la Amidá, en Iavne, para pedirle al Eterno que termine con los
delatores y con los malvados que atentan contra la vida judía. Inmediatamente
después pedimos en una nueva plegaria por los justos que es gracias a ellos que
el mundo se sostiene. Bendecimos por la posibilidad de que haya más piadosos y
eruditos en nuestro entorno. En la decimoprimera bendición oramos por la pronta
reunificación y reconstrucción de Ierushalaim. Paso seguido oramos por la
pronta venida del redentor de Israel, del Mashiaj ben David. Finalmente en la
última bendición de esta sección, la decimotercera, pedimos porque D-s escuche
nuestras plegarias
En la última
sección conocida como הודה pedimos en
primer lugar por la vuelta de la presencia de D-s al Tzion, en referencia a la
vuelta de D-s a nuestras vidas. Luego inclinándonos, como prosternándonos,
decimos la oración de מודים, en la cual
reconocemos a D-s como nuestro D-s cuyo poder es innigualable, que solo Él es
digno de ser venerado y que el es el benevolente que va a responder nuestras
suplicas. Es interesante, en este sentido, como la Mishna prohíbe repetir dos
veces la palabra מודים-reconocemos.
La guemará al preguntarse el porque de esta bendición determina que esto es así
para que nadie piense que hay dos poderes en el Cielo. Solo el creador de la
vida y del universo es digno de nuestra alabanza. Por último la bendición que
cierra la amida es la plegaria por שלום, el anhelo de una vida en paz y en armonía con nosotros
mismos, con nuestro prójimo y con D-s cierra la plegaria más importante de la
liturgia judía.
Estas
plegarias, conocidas de forma conjunta como la Amidá, se abren y se cierran con
una suerte de ceremonia que es acompañada por unos versiculos del libro de los
salmos. Al comienzo de la Amidá, antes de empezar con la primera reverencia nos
movemos tres pasos hacia atrás, agachamos nuestra cabeza y hacemos una
reverencia tanto a la izquierda como a la derecha y luego damos dos pasos hacia
adelante. Todo esto lo hacemos con la conciencia de que nos estamos presentando
ante un rey, ante el Rey de Reyes. Al hacer esto decimos a la par el versículo
de los salmos 51:17 en el cual le pedimos a D-s que abra nuestros labios para
que podamos cantar Sus maravillas. Al cerrar la amida nos despedimos del Rey de
Reyes haciendo otra reverencia, yendo hacia atrás y luego para delante mientras
decimos otro versículo del mismo libro que el anterior (19:15) en el cual le
rogamos al Eterno que nuestros dichos y nuestros pensamientos puedan hallar
favor en sus ojos.
Horarios זמנים
De las tres
plegarias diarias cada una tiene ciertos horarios estipulados que no pueden ser
alterados. El día judíos se divide en 12 horas diurnas y otras 12 nocturnas,
dependiendo de la duración de cada una de estas es que se calculan horas
proporcionales. La primera plegaria del día es la de la noche que se denomina
Arvit o Maariv. La misma puede realizarse desde Plag Minja (10 horas 45 minutos
luego de la salida del sol) en adelante hasta el amanecer. Lo anterior fue
decretado por los sabios que le siguieron a la era talmúdica y a los tiempos de
la Mishná ya que en la misma se dice que esta Tefila nocturna no tiene un
tiempo "prefijado". Esto lleva a nuestros sabios a un intenso debate.
Algunos sostenían que esto significaba que esta plegaria era optativa (reshut)
mientras que otros decían que la misma era obligatoria (Joba). Finalmente la
Halajá (Iad Jazaka, Sefer Haaba, Hiljot Tefila 1:6) queda codificada en
concordancia con Rabi Ioshua que planteaba que la plegaria era optativa y que
por eso no tenía un tiempo determinado a diferencia de las otras dos plegarias
diarias. Hoy en día esta plegaria ya pasó a ser obligatoria ya que para los
tiempos talmúdicos todo el pueblo de Israel se la había impuesto así mismo y la
practicaba de la misma manera que cualquier otra plegaria.
La segunda
plegaria del día es la de shajarit, la tefila de la mañana que según el Talmud
(Berajot 26a) era terminada por los antiguos cuando despuntaba el alba, apenas
salían los primeros rayos de sol. Luego se codificó que uno puede hacer esta
Tefila hasta la cuarta hora del día mas a posteriori, si por algún error no la
pudiste hacer hasta esa hora, la misma se puede realizar hasta el medio día,
Jatzot Haiom (Shuljan Aruj, Oraj Jaim 89:1). La Tefila de la tarde, tefilat
Minja, se puede hacer desde Minja Hagedola (seis horas y media después del
amanecer) hasta Plag Minja, pero el momento más indicado de hacer esta plegaria
es en Minja Ketana que es la novena hora y 30 minutos luego de despuntar el
alba ya que en esta hora se ofrecía el sacrificio en el Templo de Jerusalém.
Complemento por
olvido תשלומים
El Talmud y consecuentemente la
jurisprudencia judía contempla la posibilidad de que uno pueda olvidarse de
decir cierta plegaria. A uno le puede acontecer algún percance o estar
imposibilitado en cierto momento de rezar por lo cual se estipula la
posibilidad de que uno no pierda la posibilidad de orar. En este sentido
establecen que si uno, sin intenciones, se salteó una Tefila la misma puede
rezarse complementando la Tefila siguiente. En este sentido si uno se olvida de
rezar la Tefila de Arvit puede luego en Shajarit rezar dos veces la Amida.
(Ibid 108:1)
Versión resumida הביננו
Existe,
según lo estipula la Mishná, lo desarrolla el Talmud y lo codifican los
halajistas la posibilidad de hacer una Tefila resumida. Esta se puede hacer en
momentos de apuros o de una situación apremiante o peligrosa donde no tenemos
el tiempo y la posibilidad de hacer la Amida extendida. Esta plegaria se la
conoce como Habinenu. En el Talmud (Berajot 29a) se discute como debe ser esta
"Meein Shomne Esre" según Rab debemos resumir cada una de las
bendiciones mas Shmuel, su eterno contrincante, señala y es como quedará la
halajá, que debemos en un solo párrafo debemos señalar todos los pedidos que se
encuentran en la Amida. Esta es su composición tal como aparece en el Talmud:
הביננו ה' אלהינו לדעת דרכיך, ומול את לבבנו ליראתך, ותסלח לנו להיות גאולים, ורחקנו ממכאובינו, ודשננו בנאות ארצך, ונפוצותינו מארבע תקבץ, והתועים על דעתך ישפטו, ועל הרשעים תניף ידיך, וישמחו צדיקים בבנין עירך ובתקון היכלך ובצמיחת קרן לדוד עבדך ובעריכת נר לבן ישי משיחך, טרם נקרא אתה תענה, ברוך אתה ה' שומע תפלה.
Los
sabios del Talmud también nos indican que hay algo que se denomina Tefila
Ketzara, una tefila abreviada, que se debe hacer en momentos de gran peligro
donde ni siquiera tenemos tiempo de decir Habinenu (Shuljan Aruj, Oraj Jaim
110:3). Tres opciones en relación a su estructura se proponen en el Talmud mas
esta es la elegida:
צרכי עמך ישראל מרובין ודעתם קצרה, יהי רצון מלפניך ה' אלהינו שתתן לכל אחד ואחד כדי פרנסתו ולכל גויה וגויה די מחסורה, ברוך אתה ה' שומע תפלה.
La diferencia entre una y otra
plegaria redice en el hecho de que para la plegaria de Habinenu uno necesita
recitar las primeras tres bendiciones y las ultimas tres bendiciones pero
cuando uno llega a la casa (después que haya pasado el percance) no necesita
rezar nuevamente. Mientras que la Tefila Ketzara uno al momento de decirla no
necesita siquiera decir las primeras ni las últimas tres bendiciones pero al
llegar a la casa uno debe hacer la Amida "normal" de manera completa
(Berajot 30a).
¿Cómo rezar?
En
primer lugar debemos indicar que las Tefilot se deben hacer parados, de ahí su
nombre Amida, de manera erguida y con los dos pies unidos. Uno debe dirigirse
en cuerpo y en espíritu hacia Ierushalaim, si uno se encuentra fuera de Israel
uno debe dirigirse hacia la tierra de Israel y si uno se encuentra dentro de
Ierushalaim uno debe dirigirse hacía el Beit Hamikdash. Si uno es ciego o no
sabe para donde quedan las coordenadas uno puede, y debe, dirigir sus plegarias
hacia su Padre que esta en los Cielos. Todo lo anterior lo hacemos, como
explica el Talmud (Berajot 30a), para que todo Israel direccione su corazón
hacia un solo lugar.
La
primer Mishná del capitulo quinto del tratado de bendiciones abre indicándonos
que solo debemos predisponernos a rezar desde la seriedad y el temor
reverencial (כובד ראש(. No debemos
predisponernos a rezar desde la vagancia, desde el enojo ni desde la burla sino
que debemos hacerlo desde la alegría misma de la Mitzva (Berajot 31a).
Rutina (קבע) Vs. Intención (כוונה)
Se enseña en la
Mishná (Berajot 4:4) que uno no debe hacer de su Tefila, de su rezo algo fijo
ya que quien lo hace, hace que sus plegarias no sean suplicas. En este sentido
los sabios del Talmud (Berajot 29b) tratan de pensar que significa hacer
"fija" la plegaria y por ejemplo Rabi Iakov dice que quien hace de su
plegaria algo fijo hace que se asemeje a una carga que uno se la quiere sacar
rápidamente de encima. Los sabios en cambio dicen que verdaderamente quien hace
de su plegaria algo fijo es quien no la dice con un vocabulario de suplica y
con una intención en concordancia. Finalmente Raba nos indica que quien hace de
su plegaria algo fijo es quien no puede introducir en cada una de ellas, en
cada día, algo nuevo (לחדש בה דבר).
1 comentario:
Gracias. No sabía lo de Habinenu, el artículo me ayudó a entender mejor la Amidá. Por favor, continúa, porque contribuyes a fortalecer la tefilá de todos. Shalom, Arthur.
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