lunes, 10 de marzo de 2008

Particion de Palestina

29 de noviembre en 1947

29 de noviembre de 1947. Sede de las Naciones Unidas, Nueva York.
Momentos de tensión vivía el mundo, solo habían pasado 2 años del fin de la barbarie nazi y de a poco el mundo comenzaba a tomar conciencia del genocidio ocurrido en Europa. La asamblea general de las Naciones unidas comienza a sesionar pasado el medio día, se discute el futuro de “Palestina”. Es aprobada para ser ratificada por las naciones el proyecto de ley 181 II de la UNSCOP (organización de las naciones unidas para Palestina) en la que proponía la creación de 2 estados, uno árabe y otro judío, con Jerusalém como capital internacional.

29 de noviembre de 1947. Tel Aviv, Israel.

Las brigadas clandestinas de defensa judía se mantienen alerta, saben que de ser aprobada la resolución comenzarían graves incidentes con los pobladores árabes. A la fecha había unos 500 mil judíos en palestina, pocos tenían acceso a una radio con frecuencia internacional, muchos se amontonaban en bares o kibutzim aguardantes de la resolución.

29 de noviembre de 1947. Sede de las Naciones Unidas, Nueva York.

La votación es tensa, el Reino Unido se opone a abandonar su colonia. Los estados hacen escuchar su voz y comienza la votación. 1 voto a favor, 2 a favor, 1 en contra, 2 en contra, 1 abstención.

29 de noviembre de 1947. La tierra.

Iehudim a lo largo y ancho del mundo se aferran a una radio a la espera del resultado de la votación. Con cada uno de los estados haciendo uso del voto, lagrimas, sonrisas y temor recorren a judíos situados en cada uno de los extremos de la tierra. Un momento histórico habría de llegar.

29 de noviembre de 1947. Sede de las Naciones Unidas, Nueva York.

La votación sigue pero se comienza a vislumbrar una luz de esperaza para los anhelos de más de 1900 años del pueblo judío, la creación de un hogar nacional en las tierras de nuestros patriarcas, reyes y profetas estaba a tan solo unos minutos. Culmina la votación. 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. Las plegarias, los anhelos, las luchas no han sido en vano, la creación de un estado judío es un hecho.

29 de noviembre de 1947. Tel Aviv, Israel y el mundo.

Llantos y emociones desmesuradas de alegría recorren cada una de las millones de almas de los iehudim en todo el mundo, algún deciden celebrarlo con Rikudim otros entonan el Shejeianu, pero cada quien se reúne en un grito de esperanza con sus hermanos en cada punto cardinal de la Tierra. En Israel la felicidad en inmensa, pero la alerta no baja, la Hagana y el Palmaj saben que se vendrán tiempos difíciles, sabían que no contaban con el armamento necesario para enfrentar largas batallas pero en cada uno de sus corazones estaba el alma de un “Shomer” (guardián) un guardián de la historia y de la esperanza.



29 de noviembre en 2007

Estamos en vísperas del sesenta aniversario del consentimiento internacional para la creación de un estado judío y el año entrante Israel estará cumpliendo 60 años como estado soberano. Hace tan solo 2 días se celebro la convención internacional de Anápolis en la cual se consiguió consolidar una declaración conjunta, entre Israel y la OLP, para llegar a la creación de un estado Palestino antes de que finalice el 2008.
Desde amplios sectores del espectro político israelí se ha criticado la decisión de Olmert de asistir a Anápolis. Desde Gaza, comandada por el grupo extremista Hamas, se ha criticado a Mahmud Abbas la asistencia a dicha convención por negarle que su persona represente la voluntad del pueblo Palestino.
2 estados para 2 pueblos es la consigna que se empezó a escuchar allá por los noventa; hoy 60 años después de que las naciones unidas determinara la misma iniciativa estamos a la espera de una resolución. Se han vivido 60 años de muertes de ambos pueblos, se han vivido decenas de atentados a discotecas y bares en Israel, millones de palestinos viven a la fecha en campos de refugiados. ¿Quién ha ganado? El terror, el fundamentalismo y los intereses económicos. ¿Quiénes han perdido? Israelies, palestinos y la humanidad.
“Éste es un camino lleno de dificultades y dolor. Para Israel, no hay camino sin dolor, pero el camino de la paz es preferible al camino de la guerra” Así pronuncio Rabin horas antes de su muerte.
“No tengo dudas de que la realidad que se creó en nuestra región en 1967 cambiará de modo muy significativo” Dijo Ehud Olmert en la convención celebrada esta semana.
Ya carece de valides el juego de la infancia de echarle la culpa a “quien empezó” el conflicto. Hoy tanto Israelies como palestinos deben hacer concesiones para conciliar la paz. La cuestion es ¿Quién cede primero? Si nos ponemos a analizar de forma “objetiva” cuales son las razones por la cual no se consensuó una paz entre ambos pueblos podriamos determinar que el conflicto de los refugiados, los límites de ambos estados y la cuestion de Jerusalem son los temas sensibles a los efectos de conseguir la Paz. Israel debe ceder. Los palestinos deben ceder.
Por razones demográficas y para que Israel siga siendo un estado judío, permitir el ingreso de mas de 3 millones de refugiados seria imposible, pero Israel no debe ser ajeno al sufrimiento de miles de niños, mujeres, ancianos y hombres que están diseminados en campos de refugiados por el mundo Árabe. Israel debe dejar Judea y Samaria, debe sacrificar un territorio en el que viven más de 2 millones de palestinos y unos 400 mil judíos en pos de la paz. Israel debe renunciar a los barrios árabes de jerusalem que querámoslo o no ya casi no hay presencia judía. Israel no debe claudicar en ser “Or leGoim” la luz para las naciones. Israel no debe renunciar a los valores milenarios de un pueblo que anhelo la paz sacrificando sus más preciados tesoros.
Como lo expresó Amos Oz hace unas semanas cuando ganó el premio de literatura de Asturias o bien como lo dijo uno de los más grandes filósofos judíos del siglo XX, Martín Buber, el problema de las personas es que no pueden ver más allá de uno. La relación Yo-Tu plantea Buber es la única forma de entendernos entre los hombres, una relación en donde yo soy yo porque tu eres tu, de aceptar al otro por lo que es y que el Tu no se convierta en un objeto si no se convierta en un Yo para que lo pueda ver como me observo a mi mismo. Amos Oz plantea: “Parte de la tragedia árabe-judía es la incapacidad de muchos de nosotros, judíos y árabes, de imaginarnos unos a otros.”
A sesenta años de que el mundo avalo la idea de 2 estados para 2 pueblos es esta generación, Dios quiera, la que vera ese sueño en los mapas de nuestros niños. Recemos para que nuestros lideres y los lideres del mundo árabe tengan el coraje necesario para dejar atrás años de odio y así podamos comenzar a ver por la ventana de la Paz.



1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno